Ya sea en un avión a 10.000 m o en un tren a cientos de kilómetros por hora, los viajeros esperan ver una película en alta definición, enviar archivos pesados y pagar un café desde su móvil sin cortes.
La realidad técnica va por detrás: fuselajes metálicos que actúan como jaulas de Faraday, pasillos estrechos que apantallan la señal, altísima densidad de usuarios y picos de tráfico imprevisibles.
Con estos condicionantes, Galgus ha sido capaz de desarrollar una tecnología Wi-Fi capaz de solventar estos retos técnicos para el sector del transporte.
Qué significa Wi-Fi determinístico
Hablamos de un Wi-Fi capaz de garantizar un rendimiento mínimo por usuario —ancho de banda, latencia y jitter— sin importar la posición del asiento o la hora del día. No se trata de velocidad punta, sino de predecibilidad: la tasa de datos del “pasajero más lento” se mantiene dentro de un umbral comprometido.
Cómo la tecnología CHT de Galgus lo hace posible
- Inteligencia distribuida: la Cognitive Hotspot Technology coloca algoritmos de IA directamente en cada punto de acceso. Ya no existe un controlador central que sea cuello de botella; cada AP mide en tiempo real su entorno radioeléctrico y toma decisiones locales que luego coordina con sus vecinos.
- Radio Resource Management proactivo, que incluye, entre otras:
- Asignación dinámica de canal y potencia para evitar interferencias entre cabinas y vagones.
- Proactive Load Balancing: balanceo de clientes según potencia recibida y congestión, antes de que se sature un AP.
- Smart Roaming: el dispositivo se muda al AP óptimo sin que el pasajero perciba la transición.
- Airtime Fairness y control de QoS: CHT reserva porciones de tiempo de aire para que todos los dispositivos —viejos o nuevos— obtengan la misma oportunidad de transmisión. Se priorizan, además, flujos críticos como VoIP o pagos a bordo.
- Aprendizaje continuo: cada trayecto alimenta la base de conocimiento de la red: patrones de ocupación por hora, canales con más interferencia, zonas de sombra. La próxima salida será mejor que la anterior sin intervención humana.
Preguntas clave que CHT responde
- ¿Con cuántos viajeros simultáneos puedo garantizar streaming sin cortes? La red se auto-ajusta en función del número real de dispositivos a bordo y reserva tiempo de aire suficiente para cada uno.
- ¿Qué ocurre cuando cambia el equipamiento (avión, tren, autobús)? La IA recalibra parámetros específicos (potencia, canal, solapamiento) en minutos, sin visitas in-situ ni licencias extra.
- ¿Cómo se mantiene la sesión cuando el vehículo atraviesa varias celdas terrestres o satelitales? El flujo de datos se ancla en el AP más estable antes de que caiga la señal anterior.
- ¿Necesito sustituir todo mi hardware para subir a Wi-Fi 6 o Wi-Fi 7? La lógica de CHT es independiente de esto; la misma capa de software extiende la vida útil del parque actual y permite migraciones graduales.
- ¿Cómo controlo el OPEX cuando la demanda sigue creciendo? Al minimizar llamadas al NOC y reducir desplazamientos técnicos, los costes operativos se recortan de forma estructural.
Beneficios para negocio y operaciones
- Experiencia de pasajero sin sorpresas: la red mantiene un caudal estable para cada dispositivo, de modo que el viajero puede ver vídeo en alta definición, teletrabajar o pagar desde su móvil sin cortes; esa fiabilidad reduce la frustración y refuerza la percepción de calidad del operador.
- Reputación de marca y fidelización: cuando la conexión “simplemente funciona”, la valoración del servicio sube de forma sostenida; un mejor índice de recomendación se traduce en mayor repetición de compra y ventaja competitiva en un mercado donde el transporte se percibe cada vez más como un commodity.
- Nuevas líneas de ingresos digitales: con una conectividad predecible es viable ofrecer planes premium de Internet, contenidos de streaming bajo demanda, publicidad contextual y tiendas in-flight/on-rail, aportando márgenes adicionales sin incrementar costes de combustible o tripulación.
- Conversiones a bordo más altas: pagos contactless y marketplaces internos funcionan con menos fricción; el pasajero confía en completar transacciones porque la sesión no se interrumpe, lo que impulsa la venta de alimentos, merchandising o upgrades de asiento.
- Gestión de ancho de banda optimizada: la CHT equilibra la carga entre AP y prioriza flujos de misión crítica, aprovechando mejor el enlace satélite o terrestre disponible y posponiendo la necesidad de contratar capacidad extra.
- Reducción estructural de OPEX: al eliminar visitas presenciales para resolver interferencias o reconfigurar canales se reducen desplazamientos técnicos y tiempos de inactividad; la inteligencia distribuida prolonga la vida útil del hardware, retrasando inversiones de renovación.
- Analítica operativa en tiempo real: cada punto de acceso actúa como sensor y aporta métricas de ocupación, consumo de ancho de banda y patrones de uso que ayudan a dimensionar catering, limpieza y personal.
- Sostenibilidad operativa: menos sustituciones de hardware y menos desplazamientos de mantenimiento recortan la huella de carbono, alineando la conectividad con los compromisos ESG de aerolíneas y operadores ferroviarios.
El viaje hacia un Wi-Fi determinístico en entornos móviles deja de ser una promesa y se convierte en realidad gracias a la Cognitive Hotspot Technology de Galgus. Con ella, operadores aéreos y ferroviarios ofrecen una conectividad predecible que impulsa la satisfacción del pasajero y genera nuevas vías de ingresos, todo con una infraestructura sostenible a largo plazo.
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